Título: Noches de baile en el infierno.
Título original: Prom Nights from Hell.
Idioma original: Inglés.
Autor: Stephenie Meyer, Meg Cabot, Kim Harrison, Michele Jaffe y Lauren Myracle.
Autor: Stephenie Meyer, Meg Cabot, Kim Harrison, Michele Jaffe y Lauren Myracle.
Páginas: 306.
Editorial: Alfaguara.
Año de esta edición: 2008.
Encuadernación: Tapa blanda.
Saga: #1 Saga Infierno. (Libros independientes)
Cinco historias de amor y seducción donde se impone la fuerza de lo paranormal: desde vampiros exterminadores a ángeles luchando contra demonios.
Y es que a veces un baile de fin de curso puede resultar inolvidable...
Una excitante antología con reconocidas autoras de best-sellers internacionales:
Stephenie Meyer, Meg Cabot, Kim Harrison, Michele Jaffe y Lauren Myracle.
Este libro desgraciadamente me decepcionó un poco, tenía buenos presentimientos sobre él, pero no se cumplieron. Lo bueno, es que al ser varias historias, si una no logra agradar, tienes otras opciones, y es más difícil te que llegue a aburrir. Además posee un ritmo rápido, típico de este estilo de novela juvenil.
Otra cosa que no me agradó, es que la mayoría de las historias tienen finales muy abiertos y te quedas con la intriga de saber qué pasó.
La hija de la exterminadora (Meg Cabot):
Me pareció una buena forma de empezar. La historia no fue gran cosa a decir verdad, poco original. Empezó directamente en la fiesta, y poco a poco se va explicando toda la situación.
Los personajes me gustaron: la chica decidida, el chico malo, seductor y vampiro, y el chico amable y bueno. En realidad, los personajes masculinos son los típicos, pero la que me gustó fue la chica que no fue tanto enamoradiza, torpe e ingenua, sino una más independiente, decidida y sensata.
Esta bueno que cambiara de narrador, pasar de Mary a Adam me pareció un punto a favor para que la historia se pudiera ver de distintos puntos de vista. Drake (el vampiro) no me pareció un buen personaje, sin personalidad, sólo para complementar la trama pero sin aportes.
La historia no me dejó mucho, me entretuvo un rato, pero nada más.
El ramillete (Lauren Myracle):
Está basado en La pata de mono de W.W. Jacobs. Cómo ya conocía la historia, sabía de qué iba, y se me hizo algo predecible. Pero a pesar de eso, me gustó más que la anterior, estuvo bueno como se adaptó el relato de Jacobs a esta.
Los tres personajes principales: Frankie la protagonista, Will el chico enamorado y Yun Sun la amiga de ambos, tuvieron personalidades agradables.
Un punto interesante es que no había antagonistas en esta historia, los problemas eran causados por la misma protagonista. El desenlace fue bueno, el como se expusieron los hechos y las reacciones de los personajes, le dieron ese toque que hizo que fuera algo más interesante que una simple copia de otra historia.
El final me dejó bastante sorprendida, no me lo esperaba y eso es algo favorable.
Madison Avery y los carontes (Kim Harrison):
Me encantó, super original. El punto más fuerte fue la trama, estuvo muy entretenida, con emoción y logró producirme intriga a pesar de ser una historia cortita.
Los personajes estuvieron geniales, todos. Madison al principio me pareció bastante tonta, pero al final me agradó, fue muy real sus reacciones, su miedo, todo estuvo bien. Y cómo se fue dando la historia también me pareció excelente.
En este caso, "el chico malo" Seth, no fue un agregado más, su personalidad encajaba excelente en la historia, y ayudó al desarrollo. Y por supuesto Barnabas con el resto de los personajes hicieron un excelente aporte también.
El final es demasiado abierto, tanto que me dejó con ganas de más. Fue una historia que no sólo me entretuvo, la disfruté y me gustó leerla.
Verdades (Michele Jaffe):
Mi favorita sin duda, la protagonista me encantó, su forma de ser era genial y singular. Sibby le aporta un toque divertido que no vi en las demás. Las dos suman cosas diferentes a la historia, Miranda con su madurez y toques de timidez, y Sibby super extrovertida y una adolescente que sólo quiere divertirse, y termina siendo mucho más que eso.
No fue para nada trillada ni predecible, tiene giros interesantes y fue la que más me logró atrapar de todas las historias. Hay partes algo confusas, que se van aclarando de a poco, como siempre. Logra engancharte con sus pocas páginas y quedas pegada hasta el final. Sin duda me gustaría leer alguna otro libro de Michele Jaffe.
El final estuvo buenísimo, me fascina cuando pasan cosas en el principio que sólo comprendes cuando lees el final.
El infierno en la tierra (Stephenie Meyer):
Otra vez subestimé a Stephenie Meyer, cuando fui a leer esta historia, en seguida supuse "debe de ser de vampiros que se enamoran de humanos", pero la verdad, tengo que dejar de encasillar a esta autora en los vampiros, porque sin duda puede dar mucho, mucho más.
Me sorprendió su historia, muy entretenida, aunque al principio me mareó un poco, porque no sabía en quien se centraba la trama, pues intervenían muchos personajes.
El tema de las diablitas me encantó, cómo te va adentrando en la historia, los giros que da y cómo se soluciona todo es estupendo.
Terminé por adivinar como iba a ser el final, pero aun así me gustó mucho, aunque quedó sin resolución total. Valió la pena esta historia también, me gustó mucho.
A decir verdad me gustó, pero no lo suficiente. Cuando empiezas a engancharte la historia se acababa, para mií ese era el principal problema; pues las historias en sí estaban bien. Es un buen libro para pasar un rato y entretenernos.
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—Espera un momento —Adam sigue sin salir de su asombro—. ¿Un vampiro? ¿De qué vais? Eso es imposible. Los vampiros no existen. (La hija de la exterminadora)
—¡Por tu bien, niña! —gritó—. ¡Si vas a pedir un deseo, al menos que sea razonable! (El ramillete)
—Pues, bueno, somos Cuadros de Avistamiento, Recupración, Organización y Normalización de Tránsitos Erróneos. (Madison Avery y los carontes)
—Ahora es mi turno de hacer preguntas. ¿Quién quiere matarte y por qué? (Verdades)
—Sheba, no subestimes a los ángeles —la reprendió Jezebel—. Déjalos en paz, ¿me oyes? Incluso una poderosa diablesa media como yo evita enzarzarse con uno de esos pajarracos emplumados. (El infierno en la Tierra)
