Idioma original: Inglés.
Autor: Stephenie Meyer.
Páginas: 827.Autor: Stephenie Meyer.
Editorial: Alfaguara.
Año de esta edición: 2010.
Encuadernación: Tapa blanda.
Saga: #4 Crepúsculo.
“No tengas miedo”, le susurré.
“Somos como una sola persona”.
De pronto me abrumó
la realidad de mis palabras.
Ese momento era tan perfecto, tan auténtico.
No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos,
me estrechó contra él
y hasta la última de mis terminaciones
nerviosas cobro vida propia.
“Para siempre”, concluyó.
Me resulta difícil reseñar este libro en este momento, ya que la
primera vez que lo leí fue hace unos cuantos años —seis, ¿tal vez?— y en aquel
tiempo lo amé. Pero ahora lo veo de forma diferente, y aunque es una historia
que me sigue cautivando, puedo distinguir las grandes fallas que posee.
Sigo teniendo aprecio por los personajes y pese a que ahora
veo sus puntos débiles —como lo obsesivo de la relación entre Edward y Bella— no llegan a disgustarme justamente por este cariño que les guardo. Este afecto particular que le tengo a la saga por haberme
enseñado lo atractivo de la lectura, hace que esta reseña tenga mayor subjetividad de lo
normal.
Toda la trama de este libro la sentí extraña. Dado que sabía un poco de lo que ocurriría, me preguntaba cómo iba la autora a sobrellevar el
desenlace de la saga. ¿Qué más va a ocurrir, después de todo lo que ya ha pasado? —Un pensamiento muy ingenuo por mi parte; que después de conocer a otros autores
con una imaginación inigualable e impensable, esto me parece nada—. Suceden
muchas cosas que no me esperaba para nada. Sinceramente, en el primer momento creí
que sería puro amor empalagoso y nuevas experiencias de Bella, pero no, aunque
hubo también de eso. No sé cómo calificar la trama más que
como «distinta» a lo que esperaba, y la de sus antecesores. Esto no quita que entretiene y llega a sorprender. Y que me gustó, lo considero un buen
fin a toda esta saga, que en su momento, tanto quise.
Los personajes siguen el mismo curso que llevan en los
libros anteriores, por lo menos en la primera parte. Bella es de esas
protagonistas que me suelen caer terriblemente mal, y ha hecho varias cosas en anteriores
ocasiones que me disgustaron, pero aun así, por alguna razón, ella me sigue
agradando. Esta es una de las cosas que no podré explicar porque ni yo
entiendo.
A su vez, me complació verla más independiente y
fuerte. Era hora ya de ese cambio, se lo venía esperando hacía tiempo y
como también dije, fue algo sorpresivo igualmente porque no me lo imaginaba del modo en que sucedió.
Sobre Jacob, he de decir que me encantó como se lo ve aquí, se
logran apreciar muchas de sus facetas, aunque principalmente agradecí verlo
salir del lugar de «la segunda opción de Bella». Por otra parte, sobre los Cullen no me extenderé porque se los ve básicamente igual que siempre. Eso sí, quiero mencionar que
anhelaba un mayor desempeño de Reneesme, no me provocó el cariño que esperaba y la vi
como un personaje sin mucho para aportar, a no ser por todo lo que inconscientemente
trajo consigo.
Es interesante el encontrarnos con todos estos nuevos
personajes que vemos llegando al final del libro, pese a que no tienen
demasiada importancia, me gustó saber de ellos, hicieron sus pequeños aportes. No obstante, no puedo evitar pensar que pudieron aprovecharse mejor.
Me pasó, al igual que seguramente a varios otros, que sentí que era demasiado el amor de Edward y Jake hacia Bella, o de ella hacia Edward. Considerando lo que ellos son y lo que ella es, se siente excesivo. No me refiero
sólo a este libro, sino a toda la saga. E incluso tal vez más, porque se puede
ver en abundantes libros juveniles. Y por una parte lo entiendo, esa ansia que se
tiene hacia la búsqueda del amor, ese amor tan grande que lo supera todo, hasta los vínculos
familiares, está bastante instalada. Y aunque lo comprendo, e inclusive antes era
algo que me atraía, ahora no lo percibo real y es uno de los aspectos que critico con mayor frecuencia. Pero esto ya da para hacer una entrada aparte.
Volviendo el tema, el cambiar de narrador se me hizo muy acertado y también que
estuvieran bien diferenciadas unas partes de otras. Primero, por las
situaciones en que se aplicó; creo que haber vivido ciertos momentos desde el
lado de Bella los habría vuelto pesados. En cambio, con Jacob podemos tener
una perspectiva diferente que viene muy bien. La personalidad y el humor de Jake
ayudan a sobrepasar situaciones densas de la trama mucho más fácilmente. Además, en
lo personal, me gustó mucho seguir y ver más de cerca a los hombres lobo. Tanto
la imprimación como la dominación del Alfa fueron puntos que en verdad me
interesaron y entusiasmaron de la historia. Para mí fue muy placentero leer el libro
de Jacob. Hasta la considero de mis partes favoritas. Se me hizo muy ameno y
divertido al mismo tiempo.
Asimismo, conocer a los vampiros desde el interior me
encantó. Ya que fueron muchos aspectos nuevos que antes no se nos mostraba, y a
través de este libro podemos enterarnos. Me resultó fascinante.
La verdad es que no resulta del todo predecible, jamás se me hubiese
ocurrido todo lo que pasa en esta última entrega de la saga. Te mantiene al
pendiente pasando de un problema a otro, sin que estos resulten pesados, lo que
también lo hace dinámico y fácil de leer.
No obstante, dejando de lado algunos puntos negativos, como principalmente sus personajes y las relaciones entre estos, ya que es lo que menos me convence —al menos en esta saga—, me sigue gustando la escritura de Stephenie Meyer. Destacando sus
descripciones, su humor, la dinámica, el ritmo y ciertos puntos interesantes en la trama.
Pese a lo dicho, logré rememorar todo lo que esta tetralogía significó para mí leyendo este libro nuevamente. Lo disfruté y llegué a sentirme
emocionada en las mismas situaciones que antes, volví a adentrarme y gozar de
ese mundo de vampiros y hombres lobo —metamorfos, para ser precisos— sin esfuerzo.
El final, pese a que me gustó, resultó un tanto extraño. Se
crea un ambiente de tensión o expectativa que luego se disuelve de una manera
que al menos para mí no fue la esperada. De cualquier manera, se resuelven
todos los asuntos, sin dejar nada pendiente. Y el final en sí fue lindo y
satisfactorio de leer.
Para quienes han disfrutado los inicios de esta saga,
creo que lo pasarán bien al igual que yo con este final. La historia me gustó, tal como la dinámica que posee, por lo que obviamente lo recomiendo mucho. Aunque por supuesto,
si los anteriores no fueron de su agrado, es una pérdida de tiempo probar suerte
con este ya que sigue el mismo estilo.
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Era como si hubiera nacido para ser vampiro. Esa idea me hizo querer echarme a reír, pero también me dieron ganas de cantar. Había encontrado mi verdadero lugar en el mundo, el lugar en el que por fin encajaba, el lugar donde podía brillar.