Duración aprox. de los episodios: 1 hora.
Me terminé encontrando con una historia y, sobre todo, unos personajes que me encantaron. El argumento en realidad no es demasiado original, hay muchas series donde un genio ayuda a la policía o detectives a resolver distintos casos criminales. La clave en ellas siempre suele ser el protagonista, y aquí Frost destaca bastante. Aun así, los casos que resuelven son de igual forma entretenidos —algunos más que otros, por supuesto—.
Como mencioné, los personajes me encantaron desde el primer capítulo. Frost es un protagonista misterioso pero igual de cautivador. A pesar de que su falta de sentimientos lo vuelve algo distante, también puede generar situaciones divertidas. Sin duda, es lo que llega a hacerlo tan interesante y convertirlo en la esencia de la serie. Por otro lado, y contrarrestando, se encuentra la protagonista femenina: la asistente Yoon. Su personalidad vivaz y sensible complementa a la perfección a Frost y los convierte en un excelente dúo protagónico.
Asimismo, el resto de los personajes me parecieron muy correctos y bien llevados. Destacando entre ellos al antagonista, que cobra mucha importancia cerca del final, opacando incluso a la asistente Yoon. Me agradó cómo logra generar una imagen de «genio malvado» que se contrapone a la figura de Frost y a la par consigue despertar el desagrado del espectador.
Como me quedé con ganas de más una vez terminado, decidí leer
el web cómic en el que se basa, y de paso ver que tan distintos son. Lo cierto
es que, aunque en esencia son similares, poseen muchas diferencias. Por lo
mismo, tal vez quien haya leído el cómic antes se podría desilusionar al
encontrarse con el drama, pero yo adoré ambos. La historia de los protagonistas
y sus personalidades se lleva casi idéntica; no obstante, en cuanto a los casos
el original está inclinado hacia el humor, tratando problemas
simplemente psicológicos, mientras que en la serie estos también involucran
crímenes, y en general tiene un tono más serio.
Aun así, y sobre todo en los primeros capítulos, el humor es bueno. Las personalidades de Frost y su asistente lo ponen muy fácil para que surja de manera natural. Y, por otra parte, el romance me enamoró por completo incluso con lo leve que es —apenas unas insinuaciones—. Hacía tiempo que no me pasaba de encantarme tanto una pareja que ni siquiera llega a ser pareja. Y, si bien hubiese apreciado un poquito más de interacciones entre ellos, creo que tal cual está le funciona excelente —después de todo, no es un drama romántico—.
Justo por ello, y el haberla iniciado sin expectativas, quedé sorprendida por lo mucho que me enganchó. A pesar de ser consciente de que el mayor atractivo para mí fueron los personajes, todo el conjunto me agradó en demasía, incluso sin considerarla una obra perfecta. De hecho, sentí que podría haber dado más de sí: me habría gustado conocer mejor a la asistente o explorar cómo Frost empezaba a tener sentimientos, por ejemplo. Sin embargo, no queda de otra que seguir deseando una segunda temporada, o esperar que el autor del webcómic lo continúe y se explaye en el desarrollo de sus personajes.
En el apartado audiovisual se mantiene aceptable, con una
musicalización adecuada pero sin destaque y escenas bien logradas en su
mayoría. Quizá lo que más le puedo criticar es que el realismo propio de una
serie policial no estuvo tan correcto.
Hay algunos puntos en la trama que me parecieron forzados y
ciertas situaciones pueden llegar a ser absurdas como, por ejemplo, el final. Y
ese fue un punto que me llegó a molestar un poco. Era demasiado obvio quién era
el que estaba ocasionando los crímenes, y que Frost no se diera cuenta —cuando
en los primeros capítulos te lo muestran como un hombre que puede captar cada
mínima reacción corporal para saber cómo se siente en realidad una persona— era
bastante frustrante. Así como que las personas que lo sabían no lo dijeran.
De cualquier forma, además del enfado que me provoco toda esa situación, también fue un final emocionante, y de alguna manera, acertado. Se dejaron algunas cosas sin resolver, sin embargo, teniendo en cuenta que la obra original no está acabada, puedo entenderlo. Aunque las últimas escenas dieron a entender —o eso quiero creer— que podría haber una segunda temporada, por lo que quizá decidan darle su propia continuación —así lo espero—. De todos modos, ojalá que el autor del webcómic lo continúe porque, al menos yo, estaré ansiosa por saber más sobre Frost.
Una historia no demasiado original, pero donde se encuentran varios personajes interesantes que, sumados a unas acertadas dosis de drama, humor y misterio, la vuelven muy entretenida de ver.
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—Debe ser una tortura no poder mostrar tus emociones. Al intercambiar sentimientos, las personas reafirman su existencia. Pero aquéllas personas que se ven forzadas a reprimir sus emociones, aquéllas que esconden lo que sienten tras una máscara, o aquéllas que jamás conocieron qué es un sentimiento… ¿Cómo se supone que reafirmen su existencia?