Duración aprox. de los episodios: 46 minutos.
A partir de ese momento, ambos comenzarán a vivir diferentes experiencias que les harán aprender sobre la amistad, el amor y la vida.
El argumento empieza siendo algo típico, pues las tramas
donde un chico encuentra a una chica robot, en Japón, son bastante común; sin
embargo, me gustó mucho cómo se trató aquí. No se centra por completo en esta
idea, sino que se irán revelando las diferentes historias, dificultades y
pensamientos de varios personajes. En lo personal, me encantó esto porque hizo que
el conjunto fuese más dinámico y entretenido.
Por su parte, los personajes no caen en ser absolutos estereotipos.
Algunos comienzan algo flojos, pero logran ganar carácter y consiguen tener
una personalidad definida. La variedad también ayuda, y me agradó las relaciones
que van formando, tanto amorosas como de amistad o admiración. A mi parecer,
cuenta con un buen elenco de personajes.
Aun así, estos pueden resultar un poco extraños —en
especial al principio, ya que luego uno se acostumbra a sus personalidades—,
más que nada por las actuaciones un tanto exageradas de los actores. Y no es
solo uno o dos, todos poseen comportamientos extravagantes o reacciones desmedidas,
que si bien por un lado dificultan el realismo, por el otro contribuyen mucho
al humor.
Hablando de actuaciones, tengo que hacerle una mención
especial a la protagonista. Su interpretación de la robot me fascinó: entre el
gran desempeño de ella y los efectos de sonidos que se utilizaban con acierto
para sus movimientos, convencía de que se trataba de una máquina.
Pese a que conocer a todos los personajes me agradó, ninguno de ellos me cautivó por completo. Las historias eran interesantes, pero no me generaban ningún sentimiento especial. Algo extraño en mí ya que suelo adentrarme al argumento y conectar rápido. Esta creo que fue la principal razón por la que, aunque disfruté mirándola y hasta encontré algunas cosas que en verdad me encantaron, se me hizo muy fácil de olvidar.
Además de las escenas de amistad, que posee algunas muy bonitas, el romance también está bien llevado. Me atrajo tanto en la pareja principal como en las de otros personajes; se maneja un amor muy tierno, profundo y sincero. En los protagonistas puede parecer que comienza deprisa, sin embargo, el desarrollo va a un ritmo correcto.
La verdad es que supieron resolver la serie de manera
acertada. Para ser tan pocos episodios, la trama se adapta a la perfección y no
lo sentí para nada apresurado. Quedé conforme con cómo se lleva toda la
situación: primero apela a un humor que funciona bien, pues tiene escenas
divertidas que amenizan adecuadamente los capítulos; luego se inclina hacia el
romance y por último se centra en el drama e incluso algo de tensión por el
misterio que envuelve a Kyuuto —Q10—. Fue una correcta forma de exponer el argumento
y llevar al espectador por él explorando diferentes emociones.
Asimismo, el guion me gustó lo suficiente. Cuenta con diálogos
muy interesantes a pesar de que a veces quedan poco
naturales. El recurso de la voz en off del protagonista me encantó, pues creo
que ayudó mucho a comprenderlo y sentirlo cercano. Por otro lado, la música me
pareció correcta, aunque sin gran destaque. No obstante, en las escenas sin
diálogos —que son bastantes— contribuye a crear el ambiente apropiado.
Logran generar momentos muy bellos con escenarios simples.
También captó mi atención, como un detalle, que tiene algunos ángulos de cámara
poco comunes. Y, en general, con esa iluminación cálida en la mayoría de las
escenas consiguen un ambiente nostálgico que combina a la perfección con
la historia. Por lo que, en el apartado visual, si bien no llega a ser
maravilloso, se presenta con un toque único y llamativo.
Creo que, aparte de lo que ya mencione sobre los personajes,
lo único que no llevaron como es debido fue el realismo. Y, por supuesto, no me
refiero al hecho de que convivieran con una robot, porque eso se sentía
natural, sino a las actitudes o situaciones absurdas en las que a veces caían
los personajes.
Para ir terminando, diré que el final me gustó mucho. La resolución del misterio me resultó adecuada, así como la manera en que transcurren los últimos capítulos: sin apresurarse. Quedó muy bonito y coherente con lo anterior, por lo que me dejó satisfecha.
Una serie con trama y personajes entretenidos, que organiza y equilibra
cada uno de sus componentes, desarrollándolos de buen modo y dándoles, al final, una conclusión digna. Aunque no llega a
sobresalir, se disfruta siempre que no se tenga altas expectativas.
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—Amé a Kyuuto tanto como amé al mundo.