domingo, 2 de septiembre de 2018

Reseña: Toren

Título: Toren.
Título original: Toren.
Idioma original: Portugués.
Creador/Desarrolladores: Swordtales.
Género: Acción, aventura, puzles.
Plataformas: PC y Playstation 4.
Modo de juego: 1 jugador.
Año: 2015.
País: Brasil.
En Toren, controlaremos a Moonchild, una chica nacida en una torre mágica, y que tiene el objetivo de llegar hasta la parte superior de la misma. 

Comenzaremos con ella como un bebé; crecerá y se desarrollará a medida que sube los niveles de la torre, resolviendo puzles y evitando las trampas hasta derrotar al dragón que vive en la parte superior. Además, tendrá visiones sobre un mago, su propio origen y la naturaleza de la torre, que la ayudarán en su camino.

Recordaba haber visto hacía tiempo un video sobre este juego que me había encantado, en especial el apartado visual. Por lo que, cuando tuve la oportunidad, no dudé en probarlo.

La trama, aunque en una primera instancia pueda parecer simple y de escasa originalidad, lleva consigo un montón de mensajes y reflexiones sobre distintos aspectos de la vida que se me hicieron muy interesantes. Además, me gustó mucho cómo, al avanzar, comprendes mejor ciertos sucesos o diálogos que se presentan en el principio. Sin embargo, y por desgracia, sentí que algunas ideas quedaban sueltas y no lograban llegar a lo que se quería contar, terminando por ser algo confuso.

Aparte de la historia central, el jugador se puede adentrar en los sueños de la protagonista: otro lugar lleno de enseñanzas y hermoso en ambientación, pero que en algunos casos intenta recrear conceptos que no alcanzan a quedar claros. De cualquier manera, los sueños sirven como una especie de tutoriales para aprender estrategias que se utilizarán luego y, agregándole los escenarios fantásticos y la mecánica de juego, consiguieron que los disfrutara bastante.

Es bueno que a pesar de intentar ser una experiencia con trasfondo profundo, se haya adaptado bien la jugabilidad; la cual es variada y se podrá encontrar partes que recuerdan a las plataformas, así como puzles o batallas. Pese a que no resalta o innova demasiado, me gustó y entretuvo mucho.

Un tema que vi flojo fueron los personajes. No tenían verdadera personalidad y se notaban como herramientas para guiarnos en el viaje, en vez de personajes en sí mismos. La protagonista es a la que más se le echa en falta esto; su falta de reacción hace que se perciba como un personaje lejano, con quien uno no logra empatizar ni conectar del todo. Incluso utilizando el recurso —que adoré— de poder atravesar con ella su crecimiento, no llega a provocar sentimientos en el jugador, que podría haber sido una gran forma de internarse mejor en el argumento.

En cuanto a la dificultad, esperaba mayor complejidad, pero terminó siendo normal. Salvo algunos momentos donde hay que utilizar la velocidad, los puzles que se plantean no tomarán demasiado tiempo. Y esto va ligado a la corta duración, que también fue algo que me sorprendió, pues creía que sería de una mayor extensión a la que me acabé encontrando; sin embargo, este punto no me resultó negativo: tal vez habría llegado a ser repetitivo de prolongarlo. Creo que tal cual quedó fue el punto apropiado.

Visualmente es cautivante. Si bien es cierto que para su época los gráficos quedan muy atrás, con texturas en ocasiones muy malas y expresiones pobres en los personajes, el entorno en general es agradable. Como mencioné ya, la ambientación es estupenda. La iluminación aporta mucho y, en lo personal, me pareció muy conveniente como se aplicó, junto con esos detalles de partículas volando —un recurso simple que siempre aporta bastante—, como hojas o copos de nieve.

Los escenarios son otro de los grandes protagonistas. Me encantó la estética que crearon: ese estilo de ruinas que a su vez posee muchísimo color, junto a los vestuarios y el diseño de personajes forman un conjunto que queda muy bien y es bonito de ver.

En mi opinión fue certera la manera de incorporar los diálogos, así como toda la idea del pergamino —que era como se contaba la historia—, con frases cortas y hasta poéticas. Además de que iba con su estilo, se me hizo un modo atractivo de presentar el guion.

Para criticar, en el aspecto jugable, diré que los controles no eran de lo mejor, así como los movimientos de la cámara. No tanto porque fuera limitado el movimiento que se le permite al jugador, sino que en algunos puntos sus encuadres no resultaban muy adecuados. No obstante, debo aclarar que esto solo lo noté un par de veces. En su mayoría me agradó el uso de la cámara y considero que tiene momentos en que se emplea de modo muy interesante y poco visto. Y, por la parte de los controles, pese a que no eran de lo mejor a la hora de responder o de actuar, sí conseguían ser simples y entendibles.

En sí, es muy intuitivo, olvidando el hecho de que posee un pequeño tutorial, apunto a que se deja en claro —y es bastante obvio— qué es lo que hay que hacer todo el tiempo. Por esta misma razón, es muy sencillo progresar sin quedarse atorado. Otra característica que contribuye a su breve duración, igual que esta, es su recorrido mayormente lineal. Muy pocos son los lugares donde te puedes desviar a un camino secundario, y tampoco tiene la posibilidad de encontrar objetos coleccionables. Que esto en realidad va muy ligado a lo que pretende: se nota que busca destacar en mayor medida por su lado artístico.

La banda sonora es muy bonita, me encantó. Creo que junto con la estética es de mis componentes favoritos de este juego. Ayuda muchísimo a crear la ambientación deseada, las melodías son preciosas y hay una acertada variedad, sumándole una correcta utilización. Por lo que quedé muy conforme con la musicalidad.

Esta obra posee varios puntos muy favorables, y otros varios que se desaprovechan; no obstante, en mi opinión, su gran falla es no atrapar al jugador. La verdadera emoción escasea, le falta potencia, lo que lo vuelve incluso algo lento por tramos. Pueden ser varios de los elementos que mencioné los que causan esto; sea lo que sea, y a pesar de que me entretuvo y lo disfruté, le falta sustancia. Esperaba hallar una obra extraordinaria, pero no llega a ese nivel. Y, al no conseguir adentrarte, las ganas tremendas de avanzar que tenía en un principio se fueron diluyendo.

Aunque es un juego aceptable, muy bello en su estética y ambiente, pierde a la hora de conectar y lograr impacto en el jugador. Se siente como un proyecto que intentaba ser memorable y, por el planteo que siguió, terminó quedando mucho más atrás de lo que podría haber alcanzado.



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