viernes, 28 de agosto de 2020

Reseña: Chantelise - A tale of two sisters

Título: Chantelise - A tale of two sisters.
Título original: Shanterīze.
Idioma original: Japonés.
Creador/Desarrolladores: EasyGameStation.
Género: RPG de acción.
Plataformas: PC.
Modo de juego: 1 jugador.
Año: 2006.
País: Japón.
Hace cinco años, la maldición de una bruja bajo la luna roja convirtió a Chante en un hada. Ahora ella y su hermana Elise deberán buscar una forma de convertirla de nuevo en humana.

En sus viajes se encuentran con un pueblo que es el hogar de una peculiar comerciante llamada Aira, y de una extraña vidente mercurial que se hace llamar Elma.

¿Podría este lugar ser la clave para devolver a Chante a la normalidad? ¿O dará lugar a más respuestas que las dos hermanas siempre quisieron saber?

Estaba muy emocionada por jugar a este juego, que si bien no es muy conocido ni sobresale, yo lo había decidido, por simple azar, como mi primer RPG de acción.

La historia en un principio no me llamó demasiado la atención; me parecía simple, aunque esperaba que al avanzar se volviera más compleja, con algún giro argumental, nuevos personajes o una resolución impactante. Y, de hecho, lo hace; sin llegar a ser una trama memorable, no es tan típica como aparentaba al inicio. 

Como digo, no está mal: tiene su elaboración y no es tan trillada. Sin embargo, tampoco es de esas historias que te emocionan y te adentran en ella, aquí todo transcurre sin que importe mucho. Al menos yo no logré conectar y, al final, lo que sucediera con las protagonistas no me generaba preocupación.

Y, seguramente, en gran medida se debiera a los personajes. Pese a que me parecieron correctos, pues exhiben personalidad y se distinguen unos de otros, les falta mayor profundidad. Sus relaciones no se sienten creíbles, y no consiguen hacer que el jugador empatice con ellos. 

Respecto a su estilo de juego, disfruté lo suficiente, a pesar de que no sé qué tanto de eso se debió a la novedad que representaba para mí. De todos modos, sin ser muy original en ninguno de sus componentes, logra entretener y mantener un apropiado balance entre la trama y sus pantallas jugables, y así hacer que quieras seguir adelante.  

En general, posee una jugabilidad sencilla, una vez que aprendes la forma de ataque es cuestión de repetirla una y otra vez. El añadido de poder utilizar magias me parece un punto muy acertado ya que aparte de ser una gran ayuda, vuelve más dinámico el juego, añadiendo mayor cantidad de variantes.

En cuanto a la dificultad me sorprendió porque, si bien empieza normal, al rato de jugar se percibe un poco más complicado de lo que se supondría. Primeramente está el hecho de que el personaje no sube de nivel, la manera de avanzar es comprando artículos —y el método de compra también cuenta con sus pequeñas trabas— o con algunas pequeñas mejoras que se obtienen al terminar ciertos niveles. No obstante, lo principal es que una vez que mueres en un nivel, debes comenzar todas las pantallas de la mazmorra de nuevo. Y el morir, sobre todo con los jefes, no es algo extraño.

Para compensar tiene un buen tutorial como iniciación que te enseña todas las habilidades del personaje, aunque es cierto que este detalle podría haberse implementado de un modo más integrado al argumento; aun así, es mejor que nada. También es conveniente que te permita repetir las pantallas que ya has jugado, pues puede servir tanto para obtener dinero como para encontrar las debilidades de un enemigo.

Además, posee el detalle de un cofre secreto en cada pantalla. Yo los descubrí por pura casualidad, aunque luego en la historia aparece cierto personaje que te da pistas para encontrarlos. Son bastante útiles y un desafío más que se le marca al jugador.

Pese a que sus gráficos no son de los mejores, consigue obtener una buena ambientación. Sus escenarios tridimensionales son bastante pobres y los personajes en dos dimensiones quedan un tanto extraños e incluso desubicados sobre ellos; al menos en el principio, hasta que te acostumbras. De cualquier forma, con los colores, texturas, iluminación, música, y otros elementos del entorno, consiguen que, al menos en las pantallas de batallas, logres adentrarte en la atmósfera del lugar. 

El diseño de personajes tuvo sus pros y contras. En un inicio me gustó, tanto los personajes como las vestimentas, ya que tienen un estilo anime algo simple pero agradable y bonito. Sin embargo, pronto se nota que los personajes femeninos, que son la mayoría en el juego, son prácticamente iguales entre sí, salvando el estilo del cabello y algunos pequeños detalles más.

Con los enemigos tampoco había demasiado impacto: los diseños eran simples y muchos se repetían variando solo colores, tamaños o mayor resistencia y fuerza a medida que se avanzaba. Incluso los jefes no destacaban en lo que concierne a la estética.

La música, por su parte, me convenció. No ostenta demasiada variedad, pero las canciones y melodías que posee son agradables, quedan bien con los escenarios en los que se utilizan y ayudan con la ambientación.

Como apunte aparte, los controles se me hicieron muy difícil de llevar con teclado, tuve que terminar jugando con joystick, sobre todo por el control de la cámara. Esto puede llegar a ser un problema para quienes solo tienen la posibilidad del teclado; aunque puede que con la configuración apropiada de teclas no moleste.

Para terminar, la resolución es acertada. El jefe final posee varias fases, como es común, y tiene una complejidad idónea. En cuanto a la trama: se cierra de manera adecuada y con un toque curioso. En general, te deja con una sensación de satisfacción, que es justo lo que busco al finalizar esta clase de juegos. 

Un juego entretenido, con una trama aceptable y una jugabilidad correcta. Puede resultar un desafío y está bien para mantenernos un rato divertidos, pero no tiene aspectos especialmente destacables. 

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