martes, 29 de diciembre de 2020

Reseña: Lo que te cae de los ojos

Título: Lo que te cae de los ojos.
Título original: Cosa ti cade dagli occhi.
Idioma original: Italiano.
Autor: Gabriele Picco.

Traductor: Lucía Alba Martínez.
Páginas: 267.
Editorial: Seix Barral.
Año de esta edición: 2011.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Saga: Libro independiente.
Ennio es un chico tímido con una afición muy especial: le fascinan las lágrimas. Convencido de que en su interior se puede leer el pasado de la gente, cuando ve una la fotografía con su cámara digital. Pero él no llora nunca... Aprendió a enterrar el dolor, a ocultar sus sentimientos, y con ellos su secreto más inconfesable.

Huyendo del pasado, Ennio parte hacia Nueva York. En un sórdido edificio encuentra el bloc de notas de una chica japonesa, Kazuko. Deslumbrado por páginas repletas de ingenio y dibujos sorprendentemente fantasiosos, Ennio se obsesiona con conocer a Kazuko y devolverle el cuaderno. Durante el periplo, su historia se entrelaza con las de otros personajes: Arwin, que lo filma todo con una cámara que esconde entre su pelo, o Josh, que perdió a su mujer en el atentado a las Torres Gemelas y ahora colecciona polvo. Y entre ellos, una gaviota herida, recogida en la nieve de abril, que, dicen, trae suerte...

Siendo sincera, la portada no me llamaba para nada la atención; por su parte, la sinopsis despertó mi interés, aunque al ojearlo me temí que no sería mi tipo de libro. Y así tal cual fue: si bien posee algunos puntos favorables, no consiguió gustarme.

La trama, en un principio, no me atraía para nada; no resulta típica, pero tampoco sus peculiaridades le funcionan. Creo que su principal problema fueron los personajes, sobre todo al comienzo, donde presentan tantos y ninguno aparenta ser relevante ni un aliciente para seguir leyendo. No obstante, de a poco las historias aisladas de cada uno se van entrelazando y creando, en conjunto, el avance del argumento principal.

Aun así, por separado los sentí insulsos; intentan ser únicos y escapar de los estereotipos y, sin embargo, no llegan a desarrollarse bien. Son vacíos y simples: pese a que conocemos sus pasados e incluso anhelos, sus personalidades se basan por completo en un solo aspecto. Podrían haberse explorado mejor pues, de esta forma, son exagerados y falsos, como una caricatura y no un personaje completo, con matices y con el que uno lograría empatizar; parecían ser solo el medio para representar un concepto.

Y, para peor, no había ninguno que destacara, ni siquiera el protagonista. A pesar de que sus tramas particulares a veces no estaban mal, no me engancharon ni me importaba lo que les pasara como para que la lectura se tornara más entretenida. De igual manera, las relaciones que entablaban tampoco eran realistas: comenzaban muy rápido o pasaban de un punto a otro sin una buena transición. Tanto ellos como cualquier tipo de vínculo que formaban —familiar, romántico o de amistad— era inverosímil.

He de aclarar que, si bien a mí no me convenció, este estilo algo surrealista puede ser del agrado de otros lectores. En lo personal, no me importa que se incorpore uno o dos personajes extravagantes, que le pueden aportar cierto llamativo a la obra, pero siendo todos así, me fue imposible creerme la historia ni conectar con ella. Además, me dio la impresión de que intentaba abarcar demasiados temas y que no conseguía concretar ninguno: todo queda muy abstracto y superficial, lo cual definitivamente no fue para mí.

La estructura del texto, en capítulos en extremo cortos, tuvo sus pros y contras: favorecía una lectura dinámica —que, junto a su lenguaje sencillo y poca cantidad de páginas, lo volvían rápido de acabar— y, al mismo tiempo, entorpecía la inmersión —que ya de por sí era difícil por culpa de sus personajes—.

Asimismo, con la escritura tuve mis dudas: los diálogos en general me parecían bastante flojos; también el uso de onomatopeyas me molestaba un poco, pues era otro componente que me distraía de lo que estaba aconteciendo. No obstante, poseía descripciones interesantes y el uso de curiosas metáforas y comparaciones, que terminó por dejarme un balance positivo en este apartado.

Este libro ostenta algunas ilustraciones creadas por el propio autor que, sin gustarme su estilo en lo absoluto, consideré interesante el que no fueran simples dibujos de complemento, sino que se los integrara en la historia. Aun así, no fue un detalle que me llamara mucho la atención.

En mi opinión, uno de sus grandes aciertos fue lo imprevisible que resulta. No tenía idea de qué esperar ni del argumento ni de los personajes y, aunque determinado suceso principal puede ser predecible desde el comienzo, tiene unas cuantas sorpresas que no se ven llegar; entre ellas, el final.

La construcción del desenlace fue arriesgada, ya que si bien logra que este se destaque, descuida el inicio, que llega a ser algo lento. Sin embargo, me gustó y sorprendió cómo todo se conecta y se llega a la conclusión. Quizá, su problema es que no se siente acorde con el tono del resto de la obra; pero, más allá de eso y de que lo ocurrido en sí no me convenció, aporta elementos interesantes y cierra las interrogantes de modo correcto.

Sin considerarlo un libro terrible, debo admitir que su estilo no fue de mi agrado. Aunque entiendo que se trata más bien de una fábula, no consiguió sumergirme en su trama ni que sus personajes me transmitieran un ápice de emoción. Por tanto, pese a que su final lo salva un poco, no puedo recomendarlo.

Las lágrimas de Jessica parecen alfileres de cristal. Dentro hay habitaciones silenciosas llenas de muñecas y lámparas de colores. Ennio las observa resbalando lentas sobre las mejillas, y ve árboles pegados a las nubes, flores y edificios que nadan en el agua salada de esas pequeñas gotas. Antes de chocar contra el suelo salpicando a su alrededor. Para no volver nunca.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Reseña: The Queen's classroom

Título: The Queen's classroom.
Título original: Yeowangui Kyosil.
Idioma original: Coreano.
Actores principales: HyangGi Kim, HyunJung Ko, BoGeun Chun, ShinAe Seo y SaeRon Kim.
Género/características: Drama/melodrama, comedia y escolar.
Año: 2013.
País: Corea.
Episodios: 16.
Duración aprox. de los episodios: 1:04 hs.
El drama se centrará en YeoJin Ma (HyunJung Ko), una maestra de primaria de sexto grado y sus estudiantes HaNa Shim (HyangGi Kim), DongGoo Oh (BoGeun Chun), BoMi Eun (ShinAe Seo) y SeoHyun Kim (SaeRon Kim) que se rebelan en su contra. La maestra Ma es muy realista con sus alumnos de primaria, mostrándoles lo difícil que es vivir el mundo. En lugar de ser un escudo para sus estudiantes, ella misma se convierte en la autoridad y a menudo empuja a sus alumnos hasta el borde, mediante chantajes y otras artimañas. 

Toda la clase 6-3 (clase 3 del sexto grado) se rebela contra la incomprensible actitud educativa de la maestra Ma. A veces se traicionan entre sí, a veces ayudan a los demás y poco a poco se dan cuenta del secreto de la realidad y de sus propias visiones del mundo.

Llegué a este drama por el videoclip de una de sus canciones; me pareció interesante que no fuera la clásica comedia romántica y, sin mucha expectativa, me aventuré a verlo. Si bien en un principio fui bastante crítica, poco a poco conecté con la protagonista y, pese a sus fallos, disfruté de la historia.

Como menciono, la trama es diferente a lo que suelo ver y lo cierto es que estaba ansiosa por cambiar un poco, pues los kdramas suelen caer en los mismos tópicos una y otra vez. Por tanto, esta obra inclinada hacia lo infantil —que toca temas duros igualmente—  se presentaba perfecta para variar. La premisa principal, sin ser en especial innovadora, tampoco está tan trillada, y eso era justo lo que buscaba. 

Los personajes, por su parte, me encantaron. Aunque hay algunos que parecen muy estereotipados al inicio, se los va profundizando y muestran una correcta evolución con el desarrollo del argumento. Su construcción es gradual y acertada, en la mayoría de los casos. Además, me gustó el hecho de que hubiese muchos personajes y todos tuvieran su debida participación, ninguno da la sensación de que sobre. Y, dejando de lado a los niños, no puedo olvidarme de destacar a la maestra, quien se muestra como la villana suprema durante gran parte de la serie y es fácil detestarla como antagonista que es. 

Si bien existían algunos mínimos toques de romance, pues los chicos se estaban iniciando en el amor, me complació que se centrara en la amistad. El grupo protagonista era diverso y no siempre congeniaban, pero al final logran forjar una leal y valiosa amistad. Ese proceso sin duda fue lo que más me agradó ver. 

En lo personal, suele ser sencillo para mí adentrarme en una historia y que esta me genere muchos sentimientos, aun así, cuando sucede siempre lo valoro. En este caso ocurrió y la emoción que predominaba en mí tendía a ser el enojo: con la protagonista por dejarse pisotear, y con todos los que la hacían pasar mal. Creo que es un gran punto a favor cuando un personaje consigue hacerte llegar a ese nivel de empatía, aunque también el hecho de que fuera una niña se lo hizo fácil. 

Debo admitir que al principio sentí que el ritmo iba muy lento; parecía que no progresaba y que siempre la situación estaba igual, o peor. Lo cierto es que no es así: todos los capítulos tienen un buen contenido, solo que se va avanzando con pequeños y muy sutiles pasos que, sin ser al inicio muy relevantes, se percibirá su real importancia al continuar la trama. De todos modos, este comienzo pausado e incluso algo frustrante se arregla cuando el estado de la protagonista en la clase mejora, y entonces se vuelve más ágil. 

Los pasados de algunos de los niños se van relevando de a poco y de manera muy natural, lo cual fue acertado. Fueron entretenidos de ver para entenderlos mejor, no obstante, tal vez resultaban demasiado trágicas todas, incluso yendo a tono con la serie. 

Por desgracia, en otros aspectos la exageración se llevó a tales extremos que me costaba creérmelo. En primera instancia: el exceso de desdichas que sufrían los alumnos de la clase —sobre todo la protagonista—.  Y en segunda: se planteaba situaciones que una persona con un mínimo de sentido común no haría, y eso me sacaba de quicio. Estos dos puntos fueron los que, en mayor medida, le quitaron un realismo que hubiese ayudado a la historia. Reconozco, de todos modos, que —al menos lo primero— contribuyó a que el argumento pudiera seguir su curso y que al final terminara súper encariñada con los personajes, al haber pasado con ellos por tantos momentos malos. 

Respecto a lo técnico no puedo resaltar ni quejarme demasiado, se mantiene en un nivel promedio para los kdramas de su estilo. Quizá lo más destacable fueron un par de canciones que me gustaron bastante, pero no consideraría a su banda sonora de las mejores que he escuchado. 

En cuanto a actuaciones, creo que la protagonista adulta hizo un gran trabajo: su personaje es muy creíble desde el inicio y, a pesar de que la pobre tuvo que aguantar casi los 16 capítulos con un rostro inexpresivo, logró transmitir esa aura malvada que necesitaba. Por su parte, los niños también lo hicieron bien, aunque un detalle que me dio gracia fue la cara de la pequeña protagonista cuando se sorprendía: se veía muy exagerada y no pude evitar que me resultara cómico. De cualquier manera, fue un correcto elenco.

El final fue satisfactorio para mí. Después de tanto sufrimiento junto a los niños, verlos sonreír era un alivio y me dejó contenta a la par. Aporta, además, una interesante reflexión sobre la sociedad en general, la educación y lo individualistas que a veces somos. En resumen, me dejó con una sensación positiva pese a todo lo que ocurre entremedio. 

No es una obra que pudiera recomendarle a todo el mundo, ya que quienes no soporten el melodrama puede que se sientan hastiados aquí. Sin embargo, puede llegar a entretener gracias a su alegre y decidida protagonista y los momentos de comedia, amistad y aprendizaje que presenta.

—Si hago lo que dice la maestra bruja, todo el mundo va a ser un marginado algún día. Incluso si las calificaciones son buenas, incluso si tus padres te felicitan y te tratan bien, un marginado nunca puede ser feliz. Yo, aunque sea sola, no voy a dejar que mis amigos se conviertan en marginados.

Música: En vivo (4): Deseo de cosas imposibles

Aquí será el lugar para traer a variados artistas cantando sus canciones frente a un público, como dice el nombre, en vivo. Al igual que todas las secciones de música, el objetivo es compartir y pasar el rato con un arte tan maravilloso y por suerte expandido como lo es la música.


DESEO DE COSAS IMPOSIBLES (LA OREJA DE VAN GOGH)

Este grupo se ha escuchado en casa desde que tengo memoria, y siempre me ha gustado mucho también. De todas las canciones que recuerdo, esta es mi favorita. Quería traerla al blog desde hace bastante tiempo pero como no tiene un videoclip, no encajaba bien en No puedes dejar de escucharla; hasta que cree esta sección y llegó su momento. 

Me decidí por esta versión simplemente porque estoy acostumbrada a la voz de Amaia Montero, pero lo cierto es que la versión en vivo de Leire Martínez con Abel Pintos también me gusta mucho. 

¿Ustedes qué opinan de este grupo?, ¿les gusta? Y si es así, ¿cuál es su canción favorita?

Y sin más que agregar, les dejo la canción: