viernes, 23 de noviembre de 2018

Reseña: Monk

Título: Monk.
Título original: Monk.
Idioma original: Inglés.
Actores principales: Tony Shalhoub, Traylor Howard, Ted Levine y Bitty Schram.
Género: Policial, comedia, drama.
Año: 2002.
País: Estados Unidos.
Episodios: 125 (8 temporadas).
Duración aprox. de los episodios: 42 minutos.
Adrian Monk (Tony Shalhoub) era un brillante detective de homicidios que trabajaba para el departamento de policía de San Francisco (California) hasta que su esposa Trudy falleció en un atentado con coche bomba. A consecuencia del accidente, Monk sufre una crisis nerviosa que le deja sin querer salir de casa durante los tres años siguientes. 

Ayudado por su amiga y enfermera de profesión Sharona Fleming (Bitty Schram), Monk comienza a trabajar como detective privado freelance con la esperanza de convencer a su antiguo jefe, el Capitán Stottlemeyer (Ted Levine) de que le deje volver al cuerpo.

La atención obsesiva de Monk por los detalles inapreciables para los demás, le conduce a discrepar siempre de las teorías aparentemente más obvias, a encontrar patrones de conducta, conexiones entre casos y personas, etc. Mientras ayuda en casos de crímenes, continúa investigando la muerte de su mujer, el único caso que no ha sido capaz de resolver aún.

Esta serie la conocí hace años, ya que mi madre la veía de vez en cuando. Dado que era más chica, las series policiales que ella solía mirar no me gustaban. Esta, sin embargo, y seguramente por su gran humor, era de mis favoritas. Por ello, con el buen recuerdo que tenía, decidí ponerme a verla entera.

La trama no es muy original, pues es bastante común la fórmula del «genio» que ayuda a la policía a resolver diferentes crímenes. En estas historias el peso de la serie recae en los hombros del protagonista, ya que él es la clave para aportar algo entretenido y original, y en este caso, Monk me parece fantástico en ese rol.

Su trastorno obsesivo compulsivo lo convierte en un personaje muy particular. Que si bien en ocasiones su comportamiento puede ser desquiciante, y se comprende con facilidad la frustración del resto de personajes que conviven con él, también llega a ser muy entrañable. Por más que es alguien serio, tiene comportamientos muy inocentes que logran convertirlo en un personaje tierno por momentos. Sin duda, consigue ganarse la simpatía del espectador sin esfuerzo.

El resto de los personajes no están mal, aunque no llegan ni de cerca al nivel del protagonista. Pese a que me agradaron y creo que cada uno de los secundarios le agregó algo interesante a la serie, teniendo una singular relación con el protagonista que lo ayudaba a este de diferentes maneras, no lograron destacar demasiado por sí solos ni se los echa muy en falta si no aparecen.

En un principio los casos tratados me resultaron muy amenos, no obstante, luego de unos cuantos ya empiezan a percibirse repetitivos. Si bien se alterna entre dos formas de presentar el misterio —mostrar quién fue el asesino e intentar averiguar cómo lo hizo, o simplemente no saber quién fue—, suele seguir un procedimiento general semejante. A su vez, a pesar de ser muy rebuscados en ciertos casos, donde es casi imposible descubrirlo antes que el protagonista, en otros es muy fácil de deducir el desenlace.

Aunque se intenta variar, en lo personal sentí que era mucho de lo mismo, pocos fueron los capítulos que se me hicieron innovadores. A pesar de esto, consigue entretener y no está mal para ver episodios sueltos, pero mirar la obra completa puede terminar siendo cansino.

Aun así, me provocaba ganas de avanzar con la esperanza de llegar a algún capítulo donde ocurriera algo relevante en la trama principal o, al menos, algo fuera de lo común en la serie y, por tanto, más llamativo. Esto no ocurría en demasía, por desgracia, y recién se pudo ver con mayor frecuencia en la temporada final.

De cualquier manera, uno de los puntos que me pareció más flojo fue la falta de realismo. Pese a ser claro que se inclina hacia el lado humorístico en lugar del policial, teniendo incluso momentos que rozan lo absurdo, también trata temas complicados y dramáticos, y si bien lleva ambos lados por separado correctamente, al combinarlos no terminaba de convencerme. 

En lo personal, las situaciones que me resultaron raras eran lo rebuscado de los crímenes —o en la forma que tiene Monk de resolverlos— y el motivo —muchas veces con poca lógica— que tienen los asesinos para cometerlos. Como es evidente, esto puede encajar en historias que no se toman en serio a sí mismas o —teniendo en cuenta que trata homicidios— que tengan un humor negro característico. Aquí no sentí que llegaran del todo a ese punto, por lo que quedaba en un lugar intermedio un tanto extraño.

Por otro lado, olvidando esas ocasiones particulares, como serie humorística funciona. Tiene momentos que llegan a ser muy graciosos, y prácticamente todos ellos son causados por el protagonista, su singularidad e ingenuidad, aunque los otros personajes aportan lo suyo. No obstante, sin llegar a ser hilarante. Su humor es correcto y en general bien utilizado, pero tal vez algo repetitivo.

Con respecto a la extensión, considero que se excedieron con sus ocho temporadas. Entiendo que cuando una serie tiene éxito se intenta seguir con ella lo máximo posible, aun así, en este caso creo que con un par de temporadas menos habría ido igual de bien o hasta mejor; sin embargo, tampoco es algo que moleste en exceso ni se haga insoportable de ver.

El guion era correcto sin mayor destaque. En algunas circunstancias los diálogos no se sentían naturales, pero fueron muy pocas las veces en que percibí esto. Por otro lado, la banda sonora me agradó, las melodías dentro de la serie se utilizan de modo acertado y los temas de apertura me encantaron.

En cuanto a los efectos especiales, maquillaje y demás, fueron muy flojos. Se notó que no le dieron mucha importancia a esto o que no tuvieron los recursos para trabajarlo mejor. Teniendo en cuenta que —aunque más centrado en el humor— era una serie policial, esta característica merecía un mejor cuidado. No obstante, en general cumplía adecuadamente con su apartado técnico, sin sobresalir.

El final me gustó mucho. Toda la última temporada fue sin duda la más entretenida. En ella se puede ver un avance significativo del protagonista en comparación a las anteriores, que es lo que el espectador espera desde el comienzo. Tuvo además partes lindas y sentimentales, que sin ser lo mejor que trataron en la serie, no estuvieron mal. En resumen, me pareció un final acertado, esperado y bonito, que me dejó satisfecha.

Una serie donde predomina el humor y lo utiliza de manera apropiada, basándose en su particular e interesante protagonista, quien se roba toda la atención. Por desgracia, también es repetitiva y no termina de encontrar su lugar entre el realismo y lo absurdo, aunque esto no imposibilita su disfrute, sobre todo si se mira en capítulos sueltos y no de forma continua. 

—No es una maldición, es un don. ¿No te das cuenta? (…) Tal vez para eso estoy aquí, para recordártelo.

domingo, 21 de octubre de 2018

Reseña: Pokémon mundo misterioso: Equipo de rescate rojo

Título: Pokémon mundo misterioso: Equipo de rescate rojo.
Título original: Pokémon Mystery Dungeon: Red Rescue Team.
Idioma original: Japonés.
Creador/Desarrolladores: Chunsoft.
Género: Aventura, RPG, mazmorras.
Plataformas: Game Boy Advance (Equipo de rescate rojo), Nintendo DS (Equipo de rescate azul) y Wii U.
Modo de juego: 1 jugador.
Año: 2006 (2005 en Japón).
País: Japón.
En este juego nos despertamos descubriendo que nos hemos convertido en un pokémon, en un mundo necesitado de nuestra ayuda. Este mundo habitado sólo por pokémon está siendo asolado por desastres naturales que han dejado a muchos de ellos atrapados en cuevas y mazmorras. 

Nuestro objetivo será crear un equipo de rescate y, por ello, nos darán una base de rescate para descansar y poder pensar cómo ayudar a los otros pokémon. Mientras, tendremos que luchar contra otro un grupo de pokémon, que fingen ser un equipo de rescate con la intención de dominar el mundo. Y, a medida que cumplamos misiones, se irá revelando la historia de cómo nos transformamos en pokémon y cómo volver a ser humanos.

No estaremos solos en la aventura, ya que en todo momento nos acompañará otro pokémon amigo. Este te hará unas preguntas y entre ellas preguntará tu nombre, ese será el momento de elegirlo. Pero piénsalo bien, pues ya no podrás cambiarlo. A medida que conozcamos a otros pokémon y combatamos contra ellos se irán uniendo más componentes al grupo para ayudar.

Esta reseña es válida también para Pokémon mundo misterioso: Equipo de rescate azul, ya que los cambios entre estas versiones no son demasiados. 

Si bien desde pequeña sigo los juegos clásicos de Pokémon, la saga de Mundo misterioso apenas la conocí hace unos años. Dado que me gustan tanto los otros, me dieron ganas de probarla y, finalmente, me hice algo tiempo para hacerlo.

Para comenzar por el principio, diré que me encantó el test de personalidad inicial. Se me hizo muy innovador que en vez de elegir simplemente el pokémon que quieres ser, este te tocará según las respuestas que das en el test. Es una forma sutil de lograr que el jugador se conecte mejor con la historia. 

La trama, por su parte, me pareció interesante. No es demasiado elaborada o creativa, pero me gustó encontrarme con algo de historia nueva en Pokémon. Si bien la base es la misma el chico que debe salvar al mundo de X amenaza, aquí podremos encontrarnos con algunos misterios que volverán todo más atrapante.

Los juegos de Pokémon se concentran principalmente en la jugabilidad, dejando la historia en un segundo plano, y aquí ocurre lo mismo. En este caso, sobre todo, creo que podrían haber explotado la trama de mejor manera. En algunas situaciones la resolución de los problemas se siente muy simple, queda la sensación de que podría haber salido algo mejor y decidieron dejarlo en lo más básico. Aun así, este método funciona, y a pesar de que me quedé con ganas de más, la historia me entretuvo.

En cuanto a personajes me gustó bastante. Si bien no llegan a estar bien desarrollados o con personalidades realmente definidas, la interacción con ellos los hacía muy entrañables. A través de estas, uno podía llegar incluso a conectar con alguno de ellos muy seguramente, el compañero—. De nuevo, Pokémon no se caracteriza por su habilidad de crear personajes aunque sí criaturas—, por eso mismo, me encantó que aquí, pese a no ser gran cosa, se concentraran un poco más en ellos.

Respecto a la jugabilidad, me pareció muy buena. Incluso para alguien que nunca lo ha jugado es muy fácil de entender e iniciarse, está todo muy bien explicado. Los controles son simples pero efectivos, y el nivel de dificultad es muy accesible para todo el mundo. Fueron muy pocos los momentos en los que tuve que pasar un tiempo entrenando para poder superar el siguiente desafío.

Debo decir que el modo de juego era algo nuevo para mí, en un principio me resultó innovador, pero rápidamente fui sintiéndolo demasiado repetitivo. Incluso algunas variantes que se van agregando a medida que avanzamos como el que los personajes sean afectados por el clima no me llegaron a compensar, aunque valoro que intentaran agregar cosas nuevas y alterar los diferentes escenarios. No obstante, el hecho de que fueran aleatorios sí era un gran punto a favor.

Me gustó mucho el planteamiento de la ciudad y todo lo que ella contenía. Cada uno de los puestos era útil y no se me hizo en falta nada. Sin embargo, indudablemente, lo que más me agradó fue el almacenamiento de objetos, pues a mi juicio estuvo muy bien resuelto.

La animación está bastante bien, es simple pero resulta. A su vez, la ambientación colorida es muy correcta con lo que uno espera de Pokémon, y el diseño en general me parece muy acertado. La música y efectos de sonido igualmente funcionan, pese a no destacar. Por su parte, los diálogos con humor me gustaron mucho, al igual que en general las interacciones con los personajes, y el detalle de poder elegir lo que el protagonista iba a contestar me sorprendió gratamente aunque la respuesta no afectara la historia.

La duración del juego fue acertada, a decir verdad, esperaba que fuera más largo, que por suerte no lo fue. Incluso a pesar de que me resultó repetitvo, no sentí que fuera tanto un problema de la duración del juego, sino de la poca innovación en cuanto a las diferentes mazmorras que se atraviesan. De cualquier manera, como ocurre con el resto de juegos de Pokémon, una vez terminada la historia principal nos da la posibilidad de continuar con en este caso nuestro equipo de rescate, realizando más misiones.

El final no me terminó de convencer. Me decepcionó un poco ya que lo sentí algo simple para toda la intriga que se genera en un principio. Esperaba una resolución mejor, sumándole el hecho de que me pareció muy predecible. Aun así, es bonito y hasta emotivo, por lo que tampoco creo que sea malo.

Un juego al que le tenía bastantes ganas, que me lo pasé bien jugándolo y que ciertos puntos de la historia llegaron a gustarme. No obstante, a pesar de todo, no me encantó como esperaba.

Reseña: Kaichou wa maid-sama!

Título: Kaichou wa maid-sama!
Título original: Kaichō wa Meido-sama!
Demografía/Género: Shoujo, romance, comedia, drama, escolar.
Año: 2010.
Episodios: 26.
Ovas: Sí, 1.
Película: No.
Basado en: Manga.

La preparatoria Seika era un lugar sólo para hombres, pero recientemente se ha convertido en un colegio mixto, contando con apenas 20% de mujeres, ante un 80% de hombres. Allí, Misaki Ayuzawa toma en sus manos el poder, para hacer sentir seguras a las chicas, convirtiéndose en la presidenta del consejo estudiantil.

Después de ser elegida, se gana entre los alumnos varones una muy mala fama de dictadora feminista, por lo que muchos la odian. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Misaki trabaja a medio tiempo en un Maid Caffé Latte. Desafortunadamente, Usui Takumi, el chico más popular del colegio —no solo entre las chicas, sino también entre los chicos— se interesa en ella tras verla vestida con su uniforme de maid, pero acepta guardarle el secreto. La situación provoca hechos divertidos y románticos a lo largo del anime.


Comencé a ver este anime prácticamente después de haber acabado con su manga, por lo que tenía la historia fresca en mi memoria. Por un lado, esto hizo que me resultara un poco cansante por volver a ver lo que había leído hace tan poco, pero me sirvió para poder apreciarlo mejor como adaptación.

En cuanto a historia, no es muy original, pero supieron explotarla de manera correcta. A pesar de utilizar muchos clichés, con una buena implementación del humor y las fuertes personalidades de sus personajes consiguen sacarlo adelante.

Estos mismos son uno de sus grandes puntos fuertes. La protagonista, para empezar, me fascinó. Su fortaleza para llevar todas las actividades que realiza, esforzándose al máximo en cada una de ellas, la convirtió en un personaje muy bueno, que lucha por lo que quiere. Por otra parte, con el protagonista masculino me ocurrió lo contrario: una gran decepción. Me resultó muy insulso, de tan perfecto que era cansaba y aburría. No necesitaba esforzarse por nada, porque con solo querer algo, lo conseguía. Los personajes así me desagradan de sobre manera. En él no se puede ver ninguna evolución a través de la historia dado que ya empieza desde su punto más alto.

En general, el resto de personajes me gustaron mucho también. Tiene una gran variedad y todos aportan algo interesante en la trama, cada uno con su carácter bien definido. Me agradó que algunos capítulos se centraran en ellos y no siempre alrededor de los protagonistas, pues le agregaba frescura a la historia sobre todo si como yo, no soportabas a uno de los protas. A pesar de esto, sentí que algunos fueron desaprovechados, puesto que sin duda podrían haber sumado más, si hubiesen aparecido antes o si se les daba un mejor lugar.

En cuanto a humor, el anime lo logra muy bien. Me pareció acertado que así fuera, dado que los personajes daban para ello, y exceder el nivel de drama en este caso no habría resultado bien. Tiene capítulos que son básicamente comedia todo el tiempo, por lo que es muy ameno de ver. El humor de la serie se centra en situaciones graciosas, causadas por los personajes y sus reacciones. Muy pocas veces son las que los diálogos se convierten en los causantes de risas, pero de cualquier forma, esto le funciona correctamente.

Del romance no se llega a ver tanto, pero tiene unas escenas muy bonitas. Olvidando mi opinión hacia Usui, pude disfrutar de ellas. Ambos protagonistas tienen buena química y el avance de su relación es apropiado.

La animación de la serie no es de lo mejor, pero su simpleza le va bien y no molesta. En general todo el ambiente es muy colorido y alegre, o con colores pasteles. Los fondos suelen ser estáticos y poco trabajados; además de que se utilizan mucho los fondos de colores con estrellas, flores, burbujas y demás, típicos de shoujos. Por otro lado, el diseño de los personajes también me gustó, pues es bastante fiel al manga. En general, su sencillez me agradó. Su música, por otra parte, no fue un aspecto muy destacable, pero junto con los efectos de sonido, ayudan a una correcta inmersión.

Como adaptación es extraña. Los primeros tomos de manga son llevados a la animación perfectamente, con los debidos detalles y logrando que incluso algunas partes sean mejores que en su versión original. Sin embargo, se adapta solo una pequeña parte de toda la historia, dejando a todo aquel que no leyó el manga sin saber prácticamente nada. Si pensaran hacer una segunda temporada, me parecería fantástico, pocos son los anime que adaptan tan adecuadamente una historia sin inventarse nada como este hizo con la primera parte. No obstante, dado que ya han pasado varios años y no hay ningún aviso de segunda temporada, no estoy segura de ello. De cualquier manera, lo que hay está bien hecho, y siempre que alguien quede con la intriga, podrá sacarse todas las dudas yendo a leer el manga.

Por esto mismo, el final es un tanto desconcertante. Si bien creo que es un gran capítulo para terminarlo, ya que es un momento muy lindo y esperado, deja a todo el mundo con muchas incógnitas que no son resueltas. De todas formas, dejando esto de lado, y a pesar de ya conocer la historia, disfruté viéndolo. Es entretenido, y aunque algo predecible, mantiene dinamismo y no se hace aburrido.

Un anime que destaca por su variedad de personajes con buen carácter, un humor muy correcto y un romance tierno, que se desarrolla de manera agradable. Desgraciadamente, desaprovecha a algunos personajes interesantes y termina con demasiados asuntos sin resolver.


viernes, 14 de septiembre de 2018

Reseña: Q10

Título: Q10.
Título original: Kyuuto.
Idioma original: Japonés.
Actores principales: Takeru Sato, Atsuko Maeda, Misako Renbutsu y Kento Kaku.
Género: Romance, ciencia ficción, drama.
Año: 2010.
País: Japón.
Episodios: 9.
Duración aprox. de los episodios: 46 minutos.
Heita (Takeru Sato) es un chico normal de secundaria que aún no ha mostrado un interés real en el romance. Sus días transcurren tranquilamente hasta que se encuentra con una chica robot —Q10 (Atsuko Maeda)— abandonada y, sin quererlo, la activa.

A partir de ese momento, ambos comenzarán a vivir diferentes experiencias que les harán aprender sobre la amistad, el amor y la vida.

Esta serie la encontré recomendada en un blog hace ya unos cuantos años, la vi por primera vez para intentar quitarme otra obra de la cabeza, y más que nada porque era bastante cortita. Debo decir que, aunque me lo pasé estupendo mirándola, se borró de mi memoria tan rápido que tuve que volverla a ver para hacer la reseña, puesto que no recordaba prácticamente nada.

El argumento empieza siendo algo típico, pues las tramas donde un chico encuentra a una chica robot, en Japón, son bastante común; sin embargo, me gustó mucho cómo se trató aquí. No se centra por completo en esta idea, sino que se irán revelando las diferentes historias, dificultades y pensamientos de varios personajes. En lo personal, me encantó esto porque hizo que el conjunto fuese más dinámico y entretenido.

Por su parte, los personajes no caen en ser absolutos estereotipos. Algunos comienzan algo flojos, pero logran ganar carácter y consiguen tener una personalidad definida. La variedad también ayuda, y me agradó las relaciones que van formando, tanto amorosas como de amistad o admiración. A mi parecer, cuenta con un buen elenco de personajes.

Aun así, estos pueden resultar un poco extraños —en especial al principio, ya que luego uno se acostumbra a sus personalidades—, más que nada por las actuaciones un tanto exageradas de los actores. Y no es solo uno o dos, todos poseen comportamientos extravagantes o reacciones desmedidas, que si bien por un lado dificultan el realismo, por el otro contribuyen mucho al humor.

Hablando de actuaciones, tengo que hacerle una mención especial a la protagonista. Su interpretación de la robot me fascinó: entre el gran desempeño de ella y los efectos de sonidos que se utilizaban con acierto para sus movimientos, convencía de que se trataba de una máquina.

Pese a que conocer a todos los personajes me agradó, ninguno de ellos me cautivó por completo. Las historias eran interesantes, pero no me generaban ningún sentimiento especial. Algo extraño en mí ya que suelo adentrarme al argumento y conectar rápido. Esta creo que fue la principal razón por la que, aunque disfruté mirándola y hasta encontré algunas cosas que en verdad me encantaron, se me hizo muy fácil de olvidar.

Además de las escenas de amistad, que posee algunas muy bonitas, el romance también está bien llevado. Me atrajo tanto en la pareja principal como en las de otros personajes; se maneja un amor muy tierno, profundo y sincero. En los protagonistas puede parecer que comienza deprisa, sin embargo, el desarrollo va a un ritmo correcto.

La verdad es que supieron resolver la serie de manera acertada. Para ser tan pocos episodios, la trama se adapta a la perfección y no lo sentí para nada apresurado. Quedé conforme con cómo se lleva toda la situación: primero apela a un humor que funciona bien, pues tiene escenas divertidas que amenizan adecuadamente los capítulos; luego se inclina hacia el romance y por último se centra en el drama e incluso algo de tensión por el misterio que envuelve a Kyuuto —Q10—. Fue una correcta forma de exponer el argumento y llevar al espectador por él explorando diferentes emociones.

Asimismo, el guion me gustó lo suficiente. Cuenta con diálogos muy interesantes a pesar de que a veces quedan poco naturales. El recurso de la voz en off del protagonista me encantó, pues creo que ayudó mucho a comprenderlo y sentirlo cercano. Por otro lado, la música me pareció correcta, aunque sin gran destaque. No obstante, en las escenas sin diálogos —que son bastantes— contribuye a crear el ambiente apropiado.

Logran generar momentos muy bellos con escenarios simples. También captó mi atención, como un detalle, que tiene algunos ángulos de cámara poco comunes. Y, en general, con esa iluminación cálida en la mayoría de las escenas consiguen un ambiente nostálgico que combina a la perfección con la historia. Por lo que, en el apartado visual, si bien no llega a ser maravilloso, se presenta con un toque único y llamativo.

Creo que, aparte de lo que ya mencione sobre los personajes, lo único que no llevaron como es debido fue el realismo. Y, por supuesto, no me refiero al hecho de que convivieran con una robot, porque eso se sentía natural, sino a las actitudes o situaciones absurdas en las que a veces caían los personajes.

Para ir terminando, diré que el final me gustó mucho. La resolución del misterio me resultó adecuada, así como la manera en que transcurren los últimos capítulos: sin apresurarse. Quedó muy bonito y coherente con lo anterior, por lo que me dejó satisfecha.

Una serie con trama y personajes entretenidos, que organiza y equilibra cada uno de sus componentes, desarrollándolos de buen modo y dándoles, al final, una conclusión digna. Aunque no llega a sobresalir, se disfruta siempre que no se tenga altas expectativas.

Amé a Kyuuto tanto como amé al mundo.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Reseña: Toren

Título: Toren.
Título original: Toren.
Idioma original: Portugués.
Creador/Desarrolladores: Swordtales.
Género: Acción, aventura, puzles.
Plataformas: PC y Playstation 4.
Modo de juego: 1 jugador.
Año: 2015.
País: Brasil.
En Toren, controlaremos a Moonchild, una chica nacida en una torre mágica, y que tiene el objetivo de llegar hasta la parte superior de la misma. 

Comenzaremos con ella como un bebé; crecerá y se desarrollará a medida que sube los niveles de la torre, resolviendo puzles y evitando las trampas hasta derrotar al dragón que vive en la parte superior. Además, tendrá visiones sobre un mago, su propio origen y la naturaleza de la torre, que la ayudarán en su camino.

Recordaba haber visto hacía tiempo un video sobre este juego que me había encantado, en especial el apartado visual. Por lo que, cuando tuve la oportunidad, no dudé en probarlo.

La trama, aunque en una primera instancia pueda parecer simple y de escasa originalidad, lleva consigo un montón de mensajes y reflexiones sobre distintos aspectos de la vida que se me hicieron muy interesantes. Además, me gustó mucho cómo, al avanzar, comprendes mejor ciertos sucesos o diálogos que se presentan en el principio. Sin embargo, y por desgracia, sentí que algunas ideas quedaban sueltas y no lograban llegar a lo que se quería contar, terminando por ser algo confuso.

Aparte de la historia central, el jugador se puede adentrar en los sueños de la protagonista: otro lugar lleno de enseñanzas y hermoso en ambientación, pero que en algunos casos intenta recrear conceptos que no alcanzan a quedar claros. De cualquier manera, los sueños sirven como una especie de tutoriales para aprender estrategias que se utilizarán luego y, agregándole los escenarios fantásticos y la mecánica de juego, consiguieron que los disfrutara bastante.

Es bueno que a pesar de intentar ser una experiencia con trasfondo profundo, se haya adaptado bien la jugabilidad; la cual es variada y se podrá encontrar partes que recuerdan a las plataformas, así como puzles o batallas. Pese a que no resalta o innova demasiado, me gustó y entretuvo mucho.

Un tema que vi flojo fueron los personajes. No tenían verdadera personalidad y se notaban como herramientas para guiarnos en el viaje, en vez de personajes en sí mismos. La protagonista es a la que más se le echa en falta esto; su falta de reacción hace que se perciba como un personaje lejano, con quien uno no logra empatizar ni conectar del todo. Incluso utilizando el recurso —que adoré— de poder atravesar con ella su crecimiento, no llega a provocar sentimientos en el jugador, que podría haber sido una gran forma de internarse mejor en el argumento.

En cuanto a la dificultad, esperaba mayor complejidad, pero terminó siendo normal. Salvo algunos momentos donde hay que utilizar la velocidad, los puzles que se plantean no tomarán demasiado tiempo. Y esto va ligado a la corta duración, que también fue algo que me sorprendió, pues creía que sería de una mayor extensión a la que me acabé encontrando; sin embargo, este punto no me resultó negativo: tal vez habría llegado a ser repetitivo de prolongarlo. Creo que tal cual quedó fue el punto apropiado.

Visualmente es cautivante. Si bien es cierto que para su época los gráficos quedan muy atrás, con texturas en ocasiones muy malas y expresiones pobres en los personajes, el entorno en general es agradable. Como mencioné ya, la ambientación es estupenda. La iluminación aporta mucho y, en lo personal, me pareció muy conveniente como se aplicó, junto con esos detalles de partículas volando —un recurso simple que siempre aporta bastante—, como hojas o copos de nieve.

Los escenarios son otro de los grandes protagonistas. Me encantó la estética que crearon: ese estilo de ruinas que a su vez posee muchísimo color, junto a los vestuarios y el diseño de personajes forman un conjunto que queda muy bien y es bonito de ver.

En mi opinión fue certera la manera de incorporar los diálogos, así como toda la idea del pergamino —que era como se contaba la historia—, con frases cortas y hasta poéticas. Además de que iba con su estilo, se me hizo un modo atractivo de presentar el guion.

Para criticar, en el aspecto jugable, diré que los controles no eran de lo mejor, así como los movimientos de la cámara. No tanto porque fuera limitado el movimiento que se le permite al jugador, sino que en algunos puntos sus encuadres no resultaban muy adecuados. No obstante, debo aclarar que esto solo lo noté un par de veces. En su mayoría me agradó el uso de la cámara y considero que tiene momentos en que se emplea de modo muy interesante y poco visto. Y, por la parte de los controles, pese a que no eran de lo mejor a la hora de responder o de actuar, sí conseguían ser simples y entendibles.

En sí, es muy intuitivo, olvidando el hecho de que posee un pequeño tutorial, apunto a que se deja en claro —y es bastante obvio— qué es lo que hay que hacer todo el tiempo. Por esta misma razón, es muy sencillo progresar sin quedarse atorado. Otra característica que contribuye a su breve duración, igual que esta, es su recorrido mayormente lineal. Muy pocos son los lugares donde te puedes desviar a un camino secundario, y tampoco tiene la posibilidad de encontrar objetos coleccionables. Que esto en realidad va muy ligado a lo que pretende: se nota que busca destacar en mayor medida por su lado artístico.

La banda sonora es muy bonita, me encantó. Creo que junto con la estética es de mis componentes favoritos de este juego. Ayuda muchísimo a crear la ambientación deseada, las melodías son preciosas y hay una acertada variedad, sumándole una correcta utilización. Por lo que quedé muy conforme con la musicalidad.

Esta obra posee varios puntos muy favorables, y otros varios que se desaprovechan; no obstante, en mi opinión, su gran falla es no atrapar al jugador. La verdadera emoción escasea, le falta potencia, lo que lo vuelve incluso algo lento por tramos. Pueden ser varios de los elementos que mencioné los que causan esto; sea lo que sea, y a pesar de que me entretuvo y lo disfruté, le falta sustancia. Esperaba hallar una obra extraordinaria, pero no llega a ese nivel. Y, al no conseguir adentrarte, las ganas tremendas de avanzar que tenía en un principio se fueron diluyendo.

Aunque es un juego aceptable, muy bello en su estética y ambiente, pierde a la hora de conectar y lograr impacto en el jugador. Se siente como un proyecto que intentaba ser memorable y, por el planteo que siguió, terminó quedando mucho más atrás de lo que podría haber alcanzado.



viernes, 17 de agosto de 2018

Reseña: Full house take 2

Título: Full house take 2.
Título original: Pul Ha-U-Seu take 2.
Idioma original: Coreano.
Actores principales: JungEum Hwang, MinWoo No y KiWoong Park.
Género: Romance, comedia, drama.
Año: 2012.
País: Corea.
Episodios: 16.
Duración aprox. de los episodios: Dos partes de 32 minutos cada una. 
ManOk Jang (JungEum Hwang) ha estado viviendo con su abuelo desde pequeña enseñando Aikido, creó también la galería Manokee a escondidas de su abuelo. Por una deuda se convierte en la estilista del famoso grupo TAKE ONE, un dúo compuesto por TaeIk Lee (MinWoo Noarrogante, perfeccionista y autoexigente y KangHwi Won (KiWoong Park) quien es todo lo contrario a TaeIk: muy amable y tranquilo. 

TaeIk, quien estuvo obligado a convertirse en un ídolo para recuperar la casa donde vivió con sus padres, empezará a tener sentimientos por ManOk, al igual que su compañero KangHwi. Este sentimiento que comparten los dos hará que ambos ídolos empiecen una gran rivalidad.

A pesar de la decepción que tuve con Full house, tenía bastantes expectativas para este, y por suerte fueron cumplidas, incluso casi sobrepasadas. Me encantó este drama y hasta me resultó muy difícil de terminar, puesto que no quería que acabara.

A pesar de que la historia a grandes rasgos no es verdaderamente original, y de hecho, es bastante similar en estructura a la mayoría de los dramas coreanos de estos géneros, la verdad es que me gustan los clichés cuando, a pesar de haberlos visto muchas veces, logran atraparme; justo como me ocurrió esta vez. Además, hubo ciertos puntos en la trama que no me esperaba para nada y me encantaron. Gracias a esto, no resulta demasiado predecible en su desarrollo, pese a que la resolución sí es la que cualquiera puede esperarse.

Todos los detalles que no me convencieron en el primer drama de Full House, aquí fueron corregidos, logrando que me gustara mucho más. Primeramente, la coherencia del drama es MUCHO mejor. Las situaciones —en general— no resultan absurdas, y todo es bastante creíble y sensato. Caía en lo típico de que los personajes no hablaban de sus problemas, consiguiendo así complicar más las cosas, pero salvo por esto, no recuerdo que hubiesen otros momentos en donde los personajes se comportaran de forma estúpida. Y agradezco eso, pues detesto cuando pretenden que te creas que de verdad una persona con un mínimo de sentido común, haría cosas tan idiotas.

Los personajes me fascinaron, es cierto que son estereotipados y clichés a más no poder, pero a pesar de eso los disfruté mucho. A Minwoo lo había visto actuar ya en My girlfriend is a gumiho y estaba ansiosa por verlo como protagonista esta vez. Qui eso influyó para que su personaje me conquistara tanto, aunque en general los protagonistas con una personalidad como la suya siempre me suelen gustar. Aquí tiene un estilo más afeminado, que al principio no me convencía, sin embargo, a medida que su personaje toma fuerza esto queda en un segundo plano y me gustó igualmente. Por otra parte, la protagonista me agradó, tiene la clásica personalidad amable, divertida y trabajadora que intenta hacer que empatices rápidamente con ella, y en mi caso funcionó. Y por último de los principales, KangHwi fue otro personaje con el cual me encariñe muchísimo. El trío principal me pareció muy bueno en esta ocasión, del mismo modo que las relaciones que formaron entre ellos.

Con lo que respecta al resto de personajes, igualmente me gustaron. Todos aportaron en su debida medida algo interesante a la historia, ninguno me pareció que tuviera una actuación inútil. Y fue interesante que personajes que en un principio no parecen resaltar mucho, al avanzar la historia toman un rol más relevante.

El romance fue otro de los elementos que me cautivó. Pese a no ser uno de sus puntos más fuertes, me gustó cómo se desarrolló y la forma en que los personajes se fueron enamorando. Sobre todo TaeIk, pues fue el que más cambió debido a sus nuevos sentimientos. Él también fue uno de los principales causantes de las buenas escenas de humor que posee la obra. Recuerdo haberme reído bastante con ciertas situaciones que ocurrían. Aunque si tengo que destacar lo que mejor se trató, sin duda, sería el drama. Además, me agradó que no solo girara entorno a la pareja, sino que este era muchas veces ocasionado por otras circunstancias.

Justamente eso fue algo que me encantó de este drama, y que en general me suele gustar en cualquier drama de este estilo: que no todo se centre en el romance de los protagonistas. Pese a no haber una pareja secundaria para desviar la atención, sí que ahonda en otros temas, principalmente el trabajo de los personajes y las consecuencias que trae ser un cantante famoso en Corea. 

El asunto de los rumores y cómo las compañías están dispuestas a todo para evitar que sus artistas tengan mala fama, y la extrema locura de los fans sobre todo esas que se ponen violentas cuando su ídolo tiene pareja me parece un tema muy interesante de tratar, y que, sin duda, fue un componente que le sumó atractivo a la historia. Por otra parte, los breves momentos en donde se enseñaban algunas vivencias de la infancia de los protagonistas me parecieron acertadas, servían para entenderlos un poco mejor en el presente.

En el aspecto musical me agradó, pero no fue de las bandas sonoras más bonitas que he oído. Además, aunque en lo personal la canción principal de Take One me gustaba, sentí que la repetían en exceso. Tampoco destaca mucho visualmente, no tiene escenas demasiado deslumbrantes. No obstante, con su simpleza logran de cualquier manera un buen impacto. 

Quiero mencionar un pequeño detalle que me molestó un poco, y fue el abuso de los flashback o analepsis, como gusten llamarlos—. Yo entiendo que se utilice de vez en cuando para refrescar la memoria del espectador, sin embargo aquí lo usaban para rememorar momentos que habían ocurrido en el mismo capítulo, totalmente innecesario. Creo que podrían haber conseguido que se notara cuando un personaje estaba recordando algo, sin tener que volver a mostrar esa escena. En mi opinión, tomaron el camino fácil al hacer eso. Y bueno, simplemente me disgustó un poco, pero es un detalle menor de cualquier manera.

No obstante, en ningún momento me resultó aburrido, todo lo contrario. Se me pasó terriblemente rápido y hasta me hubiese gustado que siguiera un par de capítulos más. De todas formas, está muy bien llevado en sus 16 episodios, no se estiraron en demasía los problemas.

Con respecto al final, pese a que me gustó y estuvo de acuerdo a la serie, en el aspecto romántico fue extremadamente previsible. De todos modos, como ya he dicho, me costó mucho terminarlo puesto que no quería despedirme de los personajes. Aunque al hacerlo, también quedé con un sentimiento de satisfacción. La verdad es que no me puedo quejar, me gustó mucho este drama, de principio a fin.

Realmente lo pasé muy bien mirando esta obra. La trama —con buen drama y humor, sus personajes interesantes y su pareja principal en conjunto me enamoraron, y logró que quisiera recomendarlo a todo el que disfrute de los dramas coreanos de este estilo. 

La cosa más importante, para mí, es vivir protegiendo a las personas que amo. Solo entonces, no tendré nada que lamentar.