Creador/Desarrolladores: Designer Software.
Plataformas: Super Nintendo, Game Boy, Game Gear, Master System, Sega Genesis.
La historia es en verdad simple y poco original, pero a su vez muy de Disney. Me agradó y, aunque no destaca, está bien que al menos el jugador siga una trama, pese a que lo importante sean los minijuegos; que se le dé un contexto, por muy visto que este sea, se agradece. Aun así, el inicio tan típico —imágenes acompañadas de un texto que sitúa al jugador en el argumento— no es de mis favoritos; sin embargo, entiendo su utilidad, en especial en esta clase de juegos.
Los personajes son los clásicos y ya conocidos por todos:
Mickey, Minnie, Donald, Daisy, Goofy, y demás. Sin que exista demasiada
interacción se puede apreciar que intentaron conservar sus
personalidades. No obstante, creo que mayor contacto con ellos hubiese sido interesante. Quizá no aumentar los diálogos, pues así como están —siendo escasos y
básicos— son adecuados; simplemente ver a los personajes pululando fuera de sus
zonas podría haber ayudado, no solo a sentirlos más vivos a ellos, sino también
al ambiente.
De cualquier modo, el entorno muy de dibujo animado, siempre
alegre y colorido, es apropiado. Asimismo, las animaciones no están nada mal:
ayudan a que posea una atmósfera amigable, pero no sobresalen. Del estilo de
los dibujos no me puedo quejar, sobre todo para lo que eran los gráficos.
Por su parte, la música y los efectos de sonido funcionan de
gran manera, mejor de lo que esperaba, para ser sincera. Las melodías me
agradaron, y el que las variaran en las distintas estancias para que no
se volvieran repetitivas fue una buena decisión.
Como detalle, tiene la opción de elegir protagonista
masculino (Mickey) o femenino (Minnie). Si bien esta decisión me parece
correcta pues a los niños les suele gustar elegir un personaje de su mismo
género, podría haberse aprovechado mejor si se le hubiese dado alguna distinción a cada uno: una
habilidad especial o algo por el estilo.
En cuanto a controles y manejo del personaje es, de igual
forma que en aspectos generales, muy sencillo, así como también en el
entendimiento del objetivo: idóneo para una obra dirigida a los niños.
Es acertado que se pueda elegir el nivel de dificultad, sobre todo debido a que hay una marcada diferencia entre cada uno de ellos: pasa de
ser extremadamente fácil a suponer un pequeño reto —en algunos puzles— incluso
para los adultos.
Los cinco minijuegos que se presentan a través de la
historia son entretenidos; considero que cualquiera de ellos puede divertir un
rato, si bien unos siempre resultarán más atractivos que otros, dependiendo del
jugador. Además, ya que son diferentes entre sí y con dinámicas variadas pienso
que fueron buenas elecciones. Y, como agregado, me complació que se tuviera la
libertad de elegir con cuál de ellos comenzar.
Respecto a la longitud, pese a que esta varía según la
dificultad elegida, es un juego corto. Y aunque en este caso no me disgustó
esto, pues me pareció apropiada su duración, tampoco creo que un par de
minijuegos extra le hubiesen ido mal.
El final se mantiene en el mismo nivel: no llega a ser
fantástico ni nada y, sin embargo, es correcto. Por desgracia, el gran punto negativo
que le vi fue el minijuego de la resolución: en la dificultad mayor resulta
bastante complicado —al menos para alguien como yo que no acostumbra ni gusta
de puzles deslizantes—, y me llegó a aburrir. Si bien no cambia el hecho de que
el resto lo disfruté, sí me arruinó un poco el recuerdo global de la
experiencia.
Juego
simple pero entretenido, sus minijuegos son divertidos y la trama sencilla le
funciona. Me agradó —salvo el puzle del final— y para pasar el rato sirve,
sobre todo para los aficionados a los personajes Disney, aunque no es algo que
recomendaría mucho.
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