Reseña: Shinigami no ballad

Título original: Shinigami no ballad.
Título en español: La balada del Dios de la Muerte.
Autor: Asuka Izumi.
Año: 2005.
Tomos: 3.
Demografía/Género: Shoujo, drama, fantasía, romance, psicológico.
Anime/película: Sí, anime y serie live action.

"Como los muertos no pueden llorar, yo lloro por ellos" esta frase resume la particularidad de Momo, una shinigami blanca a la que le gusta interferir en el mundo humano. Cada pequeña historia de estos tomos, está cargada de drama y melancolía.

Fue bastante diferente a lo que me suponía que sería —se nota que no presté mucha atención a la sinopsis— ya que me esperaba algo mayormente trágico y donde la figura de la muerte estuviera presente de forma más oscura. Sin embargo, me encontré con un shoujo donde predomina el romance y el drama.

Aun así no estuvo mal. Las historias que se cuentan son varias y muy diversas. Unas un poco trágicas y otras que apuntan más hacia el romance y/o drama. Algunas de ellas me cautivaron bastante y se me hizo muy entretenido leerlas, mientras que otras —a pesar de lo cortas que son— me parecieron algo aburridas. Hay un poco de todo.

Al haber tantas, también existe un gran número de personajes, y es por esta razón que no se llega a profundizar lo suficiente en ninguno. Por norma general, se explica un poco sobre los protagonistas y sus pasados, y comienza la trama. Esto provoca que uno no llegue a sentirlo real, se sienten como historias lejanas y no alcanza para que te encariñes con ellos.

Los únicos personajes que se mantienen constantes a través de todo el manga, son la Shinigami Momo y su compañero felino Daniel. Las personalidades de los dos van bien juntas, puesto que Momo es muy sentimental —lo que resulta extraño para tratarse de un Shinigami— y Daniel es algo más duro y áspero con los humanos. Pero incluso ellos no se convierten en personajes entrañables, dado que no conocemos prácticamente nada de ambos. Y esto fue justamente algo que eché mucho en falta. El pasado de ellos dos —y sobre todo de Momo— me habría encantado conocerlo, y sin embargo no se dice nada sobre él.

Por lo que entendí por algunos comentarios que la autora realiza durante el manga, el pasado de Momo —así como la aparición de otros Shinigami y más detalles— es contada en la novela ligera, el formato original de Shinigami no ballad. Desafortunadamente, no logré encontrarla en español, por lo que no pude enterarme nada sobre esto, y tampoco podré juzgar a este manga por su adaptación. Es una lástima que no incluyeran todo lo de esa novela en este manga, habría quedado mucho más completo.

El estilo de dibujo me gustó mucho. Es muy cuidado, con bastantes detalles pero sin ser recargado, y el diseño de los personajes me pareció precioso. Los niños sobre todo quedaban estupendos, muy bonitos. 

En cuanto a romance, hubo algunas historias muy lindas, y en general se lo trataba con mucha ternura. Quedé satisfecha en ese sentido, aunque como dije, en unas era mucho mejor llevado que en otras. También algunas tenían el plus del humor, que no quedaba para nada mal, pero sin duda el punto fuerte era el drama, que estuvo muy bien tratado en todas.

Muchos de los relatos me parecieron bastante originales, y en general no se repitieron tramas similares, si bien todos solían tener ciertos factores en común. Esto colaboró para que no se sintiera predecible y pudiese ser más entretenido.

El final de este manga no tienen nada de especial, es simplemente el término de una de las tantas historias que veremos. Pero sí he de decir que el último tomo fue mi favorito. Si no me equivoco es el único en que dos de los relatos tienen conexión entre sí, y además allí se encuentra mi favorito de todos. 

Un manga disfrutable al que le hubiese venido bien un mayor desarrollo de la protagonista. Las diferentes historias cortas tienen tramas interesantes y un dibujo precioso, pero al tener tantas no se explota el máximo que podían haber dado los distintos personajes y la mayoría se pierden en el olvido.