Reseña: Entrevista con el vampiro

Título: Entrevista con el vampiro.
Título original: Interview with the Vampire.
Idioma original: Inglés.
Autor: Anne Rice.
Páginas: 463.
Editorial: Ediciones B (Zeta bolsillo).
Año de esta edición: 2004.
Encuadernación: Tapa blanda.
Saga: #1 Crónicas vampíricas.

«—Pero ¿cuánta cinta tienes? —preguntó el vampiro y se dio la vuelta para que el muchacho pudiera verle el perfil—. ¿Suficiente para la historia de una vida? 

—Desde luego, si es una buena vida. A veces entrevisto hasta tres o cuatro personas en una noche si tengo suerte.  Pero tiene que ser une buena historia. Esto es justo, ¿no le parece? 

—Sumamente justo —contestó el vampiro—. Me gustaría contarte la historia de mi vida. Me gustaría mucho.»

Este libro tiene un precioso orden cronológico que hace que no te marees de ningún modo. Me gustó la manera en que está estructurado, que se relate todo a través de una entrevista hace las cosas interesantes. Se podría decir que el saber que todos los hechos ya ocurrieron nos resultaría aburrido, pero no es así, la manera en que Louis nos cuenta es como si volviera a vivir los sucesos.

El ritmo es bastante ágil, aunque hay partes en que se vuelve algo pesado o repetitivo sobre un mismo tema. Muchas veces nos alejamos de la entrevista y nos vemos inmersos en las reflexiones internas de Louis, o mismo en desvaríos sobre cosas sin demasiada importancia. 

La forma en que se nos presentan los ambientes me encanta, con mucho detalle para poder darnos una clara idea del lugar en nuestra mente, puedes imaginarte en cada uno de los sitios en que se encuentra. Casi todos los escenarios presentados son bastante tenebrosos —puesto que ocurre básicamente en las noches, ya que todos los personajes relevantes son vampiros—, y esto le va muy bien a toda la ambientación. 

Los personajes son muy originales y con vida propia, nada más lejos del cliché. Louis, Lestat y Claudia estuvieron excelentemente desarrollados, y se puede apreciar la evolución que van haciendo al transcurrir la historia. El que me parece que se tocó muy por arriba fue Armand, aunque seguramente Anne Rice lo desarrollará como se debe en el libro dedicado a él. Pero en este libro quedó algo como suelto, y por esta razón, la relación entre él y Louis me resultó incompleta, yo personalmente no la logré entender bien y por lo mismo, no pude llegar a tener una opinión clara sobre Armand. 

Algo parecido me ocurrió con Claudia, que por momentos amaba a Louis y por momentos lo odiaba; quería ser independiente, y luego quería estar siempre a su lado; era dulce y luego una asesina sangrienta. Estos cambios constantes hicieron que no me terminara de agradar el personaje, pero a su vez —seguramente por el cariño que Louis transmitía hacia ella—, tampoco pude llegar a detestarla. Me resultó bastante indiferente, pero no dejo de reconocer que era un personaje interesante, como todos. 

Si bien me costó entender el amor que sentía Louis hacia ambos personajes, lo que siempre me pareció claro, fue la relación de cualquier personaje con Lestat. Se me hizo un personaje muy claro, y me gustó mucho ver cómo Louis iba experimentando diferentes sentimientos hacia este despiadado vampiro. Al principio y al igual que él, le fui tomando odio, por su manera de ser o por la forma en que asesinaba, que me parecía horripilante. Pero al ir avanzando la historia —o más bien al final—, el sentimiento pasó a ser algo parecido a lástima y finalmente terminó siendo irónicamente mi personaje preferido. 

La historia es fascinante. Me encantaron estos vampiros —los verdaderos vampiros—: asesinos, bebedores de sangre y que sí se queman a la luz del sol. En este libro, si queremos encontrar algo de emociones típicamente humanas, en el único personaje que podríamos verlas es en el protagonista. Es el único que sufre por lo que es, y por tener que quitar la vida a otros para seguir existiendo. El constante sufrimiento de Louis por esto, lo hace el personaje que mayor empatía provoca. 

Se puede notar en algunas escenas una tensión sexual existente entre los cuatro personajes más importantes —Louis, Lestat, Claudia y Armand—, y está muy presente en el protagonista el tema de la religión, cuando se cree hijo del demonio y toda la reflexión que hace al respecto. Si bien por momentos me llamó la atención, en otros se me hizo algo pesado la reiteración de estas cuestiones. 

En mi opinión, se concentró demasiada acción cerca del final, con la aparición de Theatre des Vampires —los que por cierto detesté totalmente, pero me parecieron una buena adición al libro—. Pero esto tampoco me disgustó del todo, supongo que en realidad esperaba algo así desde el principio. 

Sobre el final en sí, yo esperaba otra cosa, me dejó bastante sorprendida; pero no me desagradó tampoco. Creo que estuvo bien para dejar todo listo para la segunda parte.

Es un libro con una historia muy interesante, pero hay demasiada profundización en temas muy tediosos y escenas que hacen que parezca que no avanzas nada. De cualquier manera, es un clásico que nos devuelve a la vida a los viejos y verdaderos vampiros.

—Y Lestat me encontró; a mí, a Louis, el sentimental, el tonto, dándose un banquete con una niña de cabellos dorados, una Inocente Sagrada, una niña pequeñita.

• Reseña del 2º libro: Lestat el vampiro.