La
historia en sí misma es bastante extraña. A mí me recordó a Dragon ball o
cualquier otro anime shounen similar, por todo el entrenamiento, la sangre, las
batallas y, sobre todo, las transformaciones. Que no estaría mal, si tuviera un
mejor humor, buenos personajes y descripciones que transmitieran esa emoción
que generan las batallas. Y yo sé, los combates son algo muy difícil de
describir y que lleguen a generar emociones en el lector a la par. Que este
sienta esa alteración, excitación y tensión solo con leer la escena es algo que
no muchos escritores logran, y el haber intentado una historia como esta fue un
riesgo que el autor decidió tomar y, por desgracia, le salió mal.
Por el
resto de la trama, sin embargo, no está del todo mal. El mundo creado y la
historia me resultaron curiosos y tal vez con otro enfoque podrían haber
resultado en un libro interesante y entretenido. Pero lastimosamente todo lo
demás estaba tan mal tratado que opacó este aspecto.
El
realismo fue otro punto que me molestó un montón. Las reacciones de los
personajes eran tan exageradas a veces, y luego cambiaban radicalmente de
humor, que cualquier drama que intentara generar se perdía en lo absurdo de la
situación. Y por esto mismo fue imposible para mí adentrarme en la historia.
Las
relaciones amorosas eran desastrosas, sin embargo eso no debería sorprender a nadie
viendo lo mal que estaban construidos los personajes en sí mismos. De nuevo,
haciendo reminiscencia al anime, me recordó mucho a cualquier harem del montón,
donde todas las chicas se “enamoran” del protagonista al instante y se pelean
por él, mientras que este va coqueteando un poco con cada una hasta que más o
menos se inclina por alguna de las chicas —aunque claro, eso no lo detiene de
seguir con las demás otro poco—. Así era aquí, cero desarrollo de sentimientos,
irreal y muy apresurado.
Hubiese
preferido mil veces que se ahorraran todo ese lío amoroso y se ahondara más en
la exploración del mundo que presenta, la situación en el que este se encuentra
y sus personajes, porque al final todos eran tan artificiales que te daba muy
igual lo que les pasara. El único del grupo que no me desagradó del todo fue
una de las chicas, llamada Vephar, ya que era la que parecía tener un poco de sentido
común.
Otros de
los pequeños puntos a favor es que en ciertas circunstancias la intriga está
bien manejada, y posee algunos giros de trama que no se esperan. Claro que,
esto último sucede por la falta de coherencia mínima que un personaje debería
tener, por lo que realmente no sé si ponerlo como un elemento positivo.
Después,
en cuanto a escritura, se nota la inexperiencia del autor. De cualquier forma,
y sin ser destacables, las descripciones te permitían imaginarte correctamente
el ambiente del lugar, el extraño aspecto de ciertos personajes, sus raras
transformaciones o las extensas batallas. Los diálogos, en contraposición, no
me convencieron. Intentan ser naturales, pero quedan en ocasiones repetitivos o
irrelevantes, además de que el humor que intentan introducir la mayoría de las
veces no funciona.
En fin,
yo ya para el desenlace solo guardaba un poco de esperanza de que, quizá, tal
vez, por alguna casualidad, hubiese un milagro y, con un buen remate, el libro
podría recuperarse un poco. No fue el caso, y de hecho, el final fue de las
peores cosas: ridículo y forzado. Pero como sea, para esa altura ya estaba
feliz de al menos haberlo terminado.
No es un libro que recomendaría para nada. Es
una pena, porque aunque la historia no estaba mal, todo está muy mal
construido: los personajes, las relaciones y el enfoque que se le da, con mucho
exceso de peleas que lo vuelven sumamente aburrido.
|